2010, CUEVA DE CANELOBRE, BUSOT
Al
contrario de lo que se supone de una cueva, ésta está situada a más de 500mts
sobre el nivel del mar, en el interior de una montaña que bajo un manto de niebla
y nubecillas afiladas recuerda fácilmente una postal estereotipada de
Transilvania. Una vez arriba, pagadas las entradas y atravesado el túnel
principal que se adentra 50mts en la masa rocosa, llegamos a un enorme
vestíbulo, descomunal agujero interno cuyos limites donde no se distinguen
paredes ni techos, son mil millones de obras de arte en una, moldeadas por la
constante filtración de agua en sus goteras naturales que forman caprichosos
monumentos calcáreos. A partir de ahí descenderemos unos 80mts. por angostas
escaleras, siendo así la cueva montañosa más alta de Europa. La visita es
guiada y uno no puede salirse del recorrido en ningún momento, lo que nos
frustra un poco a los más intrépidos, deseosos de saltar las barreras y
acariciar esas esculturas misteriosas o internarnos en recovecos claramente
prohibidos. Nuestra pequeña Zoe, notablemente impactada, no intento siquiera un
silabeo, ni un sonido le escuchamos durante toda la visita que duró una media
hora, sin duda alguna para ella fue más alucinante que para el resto de
nosotros, que a pesar de valorar semejante belleza natural, sentimos que no se le deja al
visitante interactuar con ella y admirarla desde otro punto que no sea el minúsculo
camino por el que avanzamos en fila india.
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