13 feb 2012

2010, CUEVA DE CANELOBRE, BUSOT

                 Al contrario de lo que se supone de una cueva, ésta está situada a más de 500mts sobre el nivel del mar, en el interior de una montaña que bajo un manto de niebla y nubecillas afiladas recuerda fácilmente una postal estereotipada de Transilvania. Una vez arriba, pagadas las entradas y atravesado el túnel principal que se adentra 50mts en la masa rocosa, llegamos a un enorme vestíbulo, descomunal agujero interno cuyos limites donde no se distinguen paredes ni techos, son mil millones de obras de arte en una, moldeadas por la constante filtración de agua en sus goteras naturales que forman caprichosos monumentos calcáreos. A partir de ahí descenderemos unos 80mts. por angostas escaleras, siendo así la cueva montañosa más alta de Europa. La visita es guiada y uno no puede salirse del recorrido en ningún momento, lo que nos frustra un poco a los más intrépidos, deseosos de saltar las barreras y acariciar esas esculturas misteriosas o internarnos en recovecos claramente prohibidos. Nuestra pequeña Zoe, notablemente impactada, no intento siquiera un silabeo, ni un sonido le escuchamos durante toda la visita que duró una media hora, sin duda alguna para ella fue más alucinante que para el resto de nosotros, que a pesar de valorar semejante  belleza natural, sentimos que no se le deja al visitante interactuar con ella y admirarla desde otro punto que no sea el minúsculo camino por el que avanzamos en fila india.







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